Desde que era un mico, ojeaba noche tras noche un libro, en el que aparecía un mapa. Aquel mapa de nombres extraños, para mi era esa ilusión. Quería ver un eclipse. Sabía que podía ser mi única oportunidad de ve uno, y quería estar preparado para aquel día.
Mucho tiempo después, ya casi estaba alcanzando mi sueño de ser astrónomo. Y estaba en el lugar exacto y momento perfecto para alcanzar esa ilusión de juventud. Ver un eclipse total de Sol.
Me enteré de que en la asociación que hay en mi facultad estaba organizando un viaje para ver el eclipse, y era casi mi única esperanza de ver el eclipse, por lo que me hice socio de aquella asociación y me metí en la organización.
Después de varias reuniones, vi que mis amigos de la facultad querían ir a una zona en la que había pocas probabilidades de observar el eclipse y finalmente decidí que si quería verlo, tendría que buscar otra forma.
La suerte hizo que mi prima años antes se hubiese casado con un checo, y mis padres habían decidido ir a visitar a mi prima y Chequia el verano del 1999.
Tan solo tuve que desviar un poco el curso de nuestro viaje familiar para conseguir que pasásemos por aquel lugar donde desde mi niñez había soñado que debía de ver el eclipse.
Finalmente, llego el día de la partida. Y casi todo estaba echado, ya habíamos reservado el camping, en un lugar de Austria llamado Gemunden, a los pies de un lago.
Pero me resistía a pensar que nada pudiese hacerse, y busque y busque en Internet una web en donde me pudiesen dar la previsión con 6 días de antelación. Y finalmente la encontré.
Tristemente vi como al lugar donde iban mis amigos, se preveía que llegaba una borrasca.
Nosotros estábamos en el límite de la borrasca, quizás tendríamos suerte, quizás no.
Los dos primeros días, mientras atravesábamos Francia, tuvimos tormentas. Estábamos atravesando la borrasca. Al tercer día llegamos a Studgat, a donde se dirigían mis amigos. Y aquel día hizo un día fantástico, pero sabia lo que llegaba de atrás. Tuve la tentación de quedarme allí, pero yo quería ver el eclipse.
Llegamos a Gemunden, y el camping estaba ya bastante lleno y tuvimos que dormir en la pista de voley. Ese día atardeció despejado.
Al día siguiente llego mi tío y un amigo, y montamos todo para el día "E". Atardeció con cirros, y aquello no me inspiró nada bueno, ya que sabía que precedían la tormenta.
Durante la noche dormimos a la intemperie, para preparar los telescopios y decidir si nos íbamos o nos quedábamos.
Sobre las 9 de la mañana nos calló una chupa de agua impresionante. Metí el tuvo del telescopio en la tienda, y esperamos. Aun quedaban varias horas para el eclipse y confiamos en que las nubes se abriesen. Mi tío y su amigo, lo vieron muy negro y se fueron hacia Hungría que se sabia que estaba despejado.
Nosotros continuamos al pie del cañon, ya casi sin esperanza.
Una vez empezó el eclipse, parecía que se abría un poco en la dirección del Sol.
Poco a poco empezamos a distinguir el sol entre las nubes y apunte el telescopio.
Se iba y venia, pero poco a poco el cielo se abría.
El primer momento de Sol despejado fue justo antes de la totalidad.
A partir de aquel momento todo fue una locura.
Las bandas de Sombra, el viento detenido, los perros gatos y todo bicho y humano viviente exaltados.
Y de repente se hizo de noche. Comencé ha hacer fotos mientras blasfemaba y rugía a mi hermano por que solo me quedaban 2 minutos. Cuando llevaba un minuto, abrí la cámara de fotos y velé el resto del carrete que tenía.
Finalmente perdí casi el minuto buscando el carrete de fotos nuevo. Y se hizo de día.
Me había perdido casi medio eclipse pero HABIA VISTO EL ECLIPSE!!!!!!!!!
Finalmente algunas foto salieron. Solo de la corona y muy mal reveladas por los laboratorios.
Pero una salió bien. En aquella ocasión mis amigos se perdieron el eclipse. Y no dejé a mi familia ver por el telescopio la maravilla que veía yo.
Quizás por eso como penitencia, intento que para el próximo eclipse se vengan la mayor cantidad de amigos posibles, a mi familia y un número de telescopios suficiente como para poder disfrutar todos del espectáculo.
La foto por la que me odia el 99% de ASAAF
