Extracto del relato, Observación de Una Noche de Sol:
Todos tus sentidos te dicen que lo que esta pasando no es normal. La adrenalina se dispara, tu corazón y tus nervios se descontrolan. El primero no sabe q como reaccionar ante lo que esta contemplando y los otros te hacen temblar de la emoción.
Sin embargo, en mi caso, tenia una misión. Tenia que empaquetar unos pocos rayos de luz de aquel espectáculo para poder compartirlos con aquellos que no habían tenido la suerte de estar allí, en el desierto.
... Foto de mi padre, Juan José Sánchez
T -17 minutos, un pequeño remolino de viento pasa por delate de todo el material, esquivándonos casi por arte de magia, T-15 min., podíamos ver ya Venus. T- 5 min., la luz ha caído ya brusca mente y en la pantalla ya solo queda un pequeño gajo de Sol. T- 2 min. ya casi no se puede ver el Sol a simple vista aunque hay aun sombras. T- 30 seg., la gente grita, ¡¡las bandas de sombra, las bandas de Sombra!! Mientras unas bandas claras y oscuras vuelan por el suelo a gran velocidad. Y de repente no por esperado deja de impactar menos, comienza la Noche de Sol.
Mis nervios estaban tan tensos que no sabia que hacer, miraba la pantalla ya no veía el gajo de sol, así que quité el filtro del telescopio, pero al momento vi como un torrente de luz saturaba la cámara y puse la mano delate del telescopio par impedir que se quemase la cámara. Dos segundos después, volvía quitar la mano y, allí estaban unas protuberancias perfectamente definidas.
¿Pero? que pasaba, en la pantalla del ordenador no se veían la imágenes del otro telescopio. ¡Maldición! Al preocuparme del primer telescopio me había olvidado del segundo y ya el sistema para que realizase las imágenes automáticamente había fallado.
En se momento, casi a oscuras había que tomar una decisión, hacer fotos y perderse el eclipse. Cogí mis prismáticos y los apunte al Sol, era demasiado bonito para no compartir aquello pensé mientras intentaba que mi pulso me dejase ver con más claridad aquel espectáculo.
Solté los prismáticos, arranque el cable que controlaba la cámara desde el ordenador y abrace el telescopio como si de un objetivo de fotografía se tratara.
Temblando de la emoción disparaba foto tras foto.
Pelos sedosos salían de los polos del sol, fino velo acariciaba el negro cielo que se abría como de si una mariposa celestial se tratase, violáceas plumas de fuego en el limbo de la oscura luna.
Temblaba, no podía parar de temblar y mientras seguía disparando. A lo lejos gritaban mis compañeros- ¡Venus, veo Venus, Mercurio!- Protuberancia a las 4. Pero la verdad es que no oía nada. Había una burbuja a mi alrededor, solo podía pensar, ¡Que bonito!, ¿pero puede haber en el mundo algo más bonito? Esto lo tiene que ver alguien más.
Mientras seguía disparando. No sabia cuanto quedaba para que acabara el eclipse, pero poco a poco iba partiéndose el limbo en perlas brillantes y algo en mi interior quería seguir mirando aquella luz rojiza que se filtraba aun por los bordes, pero rápidamente la cordura volvió fugazmente a mi y me hizo apartar la vista antes de quedarme ciego.
Al momento, de nuevo las bandas de sombra reaparecieron como certificando el final del eclipse, como recordándonos, -esto que habéis visto, no lo volveréis a ver jamás-.
...
Quizás un poeta pudiera describir mejor que se siente en un eclipse total de Sol. Tendría que fraguar nuevas palabras para que tan solo otros iniciados las comprendiesen, igual que al ciego no se le pueden explicar las mil tonalidades de las rosas, no podríamos pedir que los que nunca hayan sentido un eclipse total comprenderán lo que nosotros vivimos. Aún así, es un sentimiento, que aun sabiendo se inútil lucha por pinchar a los demás menos afortunados. Yo intente cumplir mi penitencia, y aunque solo pude cumplir una parte, hice lo posible para que todo el que quisiera pudiese ver aquel maravilloso espectáculo.
"Quizás un poeta pudiera describir mejor qué se siente en un eclipse total de Sol", dices.
ResponderEliminarY yo en realidad no sé qué es lo que mejor expresa las sensaciones que os traéis a la vuelta de un eclipse como éste: si vuestras palabras, si las deslumbrantes fotos, vuestra mirada brillante cuando nos habláis de ello o, sencillamente, el silencio que guardáis y el gesto que hacéis con la cabeza cuando las palabras se os quedan cortas para describir la emoción y el recuerdo que os embarga.
"Pelos sedosos salían de los polos del sol, fino velo acariciaba el negro cielo que se abría como si de una mariposa celestial se tratase, violáceas plumas de fuego en el limbo de la oscura luna". ¿Un poeta, dices? ¿Quién escribió esto sino un poeta? Sólo alguien que ame como tú el Sol, la Luna y el firmamento podía encontrar esas palabras para llegar hasta los que no hemos vivido nada semejante.
¡Qué texto más increíble! Gracias por él, por tus fotos y, especialmente, por todo tu entusiasmo y tu pasión.
:)
Espectaculares imágenes. Te recomiendo que eches un vistazo a LAEFF-INTA o al Cuaderno de Bitácora Estelar
ResponderEliminarSi, claro que conozco las webs. :D Hago cosas algunas veces con gente del LAEFF (PARTNeR) y en el Blog de la Bitacora Estelar me tienen enlazado.
ResponderEliminar