miércoles, noviembre 21, 2007

Cuentos

Hace un par de días fui a ver un cuento. Un cuento de los buenos, con moraleja, aventuras y emoción. Donde los malos son malos y los buenos buenos.

Las brujas hermosas(aunque no todas), los príncipes malos y los piratas buenos ;).

No pongo aquí el cuento en cuestión para poder hablar libremente de el sin destriparselo a nadie. Al fin y al cabo, esto que voy a escribir es aplicable a cualquier otro cuento.

Este cuento trata sobre las cosas que podemos llegar hacer por las tres cosas más codiciadas por todo ser humano. Éxito, Salud y Amor. Son todas ellas cosas que siempre hay que conseguir con cierto trabajo, pero finalmente como sucede en el cuento, solo se consiguen sin pretenderlo, solo estando preparados en el momento en que la suerte nos da pie a ello.

Y de hecho muchas veces conseguimos cosas que ni siquiera era lo que queríamos conseguir.

Aun así, aunque el esfuerzo y la suerte son fundamentales para conseguir nuestro objetivo. En realidad ¿quien puede ser feliz sin tener algo de las tres cosas?.

¿Quien puede ser feliz mientras su amor esta enfermo? ¿Quien puede ser feliz mientras se esta solo en las cumbres del éxito? ¿quien puede ser feliz con 100 años sin que nadie se acuerde de uno?.

Ninguna de estas cosas se puede conseguir eso que ansiamos a cualquier precio sin pagar otro mayor.

Como pasa en el cuento, muchas veces los únicos que en ocasiones consiguen las tres cosas son los enamorados que saben aceptar el amor. Que saben lo que vale y lo agarran con fuerza.

Hay otro cuento que conté a la primer estrella fugaz que pasó por mi vida y de hecho fue la primera estrella que vi llorar. Podéis leerlo aqui, en la página 4.

Ahora, ahora ya no puedo escribir ni contar cuentos casi, quizás es porque estoy viviendo uno.

Os dejo aquí otro cuento cuentos:

Los tres ancianos

Una mujer salió de su casa y vio a 3 ancianos con largas barbas blancas, sentados al frente de su casa. No los reconoció…

Dijo, “Creo que no los conozco, pero deben estar hambrientos, por favor, entren y tomen algo de comer”.

“Está el hombre de la casa dentro?”, preguntaron.

“No”, dijo ella. “él está fuera”.

“Entonces no podemos entrar”, replicaron.

Al anochecer, cuando su esposo llegó a la casa, le contó lo que había
ocurrido. “Ve a decirles que estoy en casa e invítalos a entrar”.

La mujer salió e invitó a los hombres a entrar. “Nosotros no entramos a casa juntos”, replicaron. “Por qué?”, quería saber ella.

Uno de los ancianos explicó. Su nombre es “Abundancia” dijo señalando a uno de sus amigos, y luego dijo señalando a otro, “El es Éxito y yo soy Amor”.

Luego agregó. Ahora entra en tu casa y conversa con tu esposo sobre a cual de nosotros quiere en su casa”.

La mujer fue y le contó a su esposo lo que le habían dicho. Su esposo estaba encantado “Que bonito!”, dijo. “Ya que éste es el caso, invitemos a la Abundancia” Déjalo entrar y que llene nuestra casa con abundancia”

Su esposa no estaba de acuerdo. Querido, por qué no invitamos a éxito? Su nuera estaba escuchando desde el otro lado de la casa. Saltó con su propia sugerencia: “no sería mejor invitar a Amor?. Nuestra casa se llenaría de amor”

“Escuchemos el consejo de nuestra nuera” dijo el esposo a su esposa. “Ve e invita a Amor para que sea nuestro invitado”.

La mujer salió y le preguntó a los 3 ancianos. “Quién de ustedes es Amor? Por favor entre y sea nuestro invitado”. Amor se levantó y empezó a caminar hacia la casa. Los otros dos se pararon y lo siguieron.

Sorprendida, la señora le preguntó a Abundancia y a Éxito. Sólo invité a Amor, por qué vienen ustedes.?

Los ancianos replicaron juntos: Si tu hubieras invitado a Abundancia o Éxito, los otros dos de nosotros nos hubiéramos quedado afuera, pero como invitaste a Amor, a dondequiera que él vaya vamos nosotros con él.

1 comentario:

  1. Que hermmoso cuento!, aplicable a la vida de cualquier ser humano.
    Tengo un buen rato leyendo tus posts y realmente son únicos.
    Espero un día entres a mi blog, que no es tan bonito como el tuyo, pero me gustaría tener tu opinión.

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