domingo, febrero 01, 2015

¿Apagar o no apagar?

Nadie de los que luchamos contra la contaminación lumínica defendemos que se elimine el alumbrado público ni que se hagan apagones (aunque una vez al año quizás sería una experiencia interesante para la población pueda descubrir lo que podrían ver si no estuviesen las luces de la ciudad, sin tener que irse a más de 200 km o más en el caso de Madrid).

En general, tan solo pretendemos que el alumbrado sea el necesario y más que nada que cumpla su función.

Hay muchos lugares que están muy mal iluminados, desde el punto de vista de los astrónomos, quizás
contaminen menos, pero muchas veces tienen sistemas de iluminación totalmente ineficientes (6% en algunos casos) y nosotros de hecho defendemos que se eliminen, ya que aun que iluminan muy poco, son muy nocivos para el medio ambiente. Específicamente las lámparas de vapor de Mercurio.

La razón de que iluminen tan poco es que el recubrimiento de fósforo que hace que iluminen esta gastado y esto hace que emitan fuertemente en ultravioleta con el peligro que ello supone. Por eso por ejemplo el Ayuntamiento de Madrid ha eliminado totalmente ese tipo de lámparas (con la excepción del recién encendido de nuevo del Faro de Moncloa, pero esa es otra historia).

 Actualmente hay tecnología suficiente para que las farolas estén encendidas solo cuando es necesario, pero esos sistemas son muy caros (500€ por farola). Por contra, en España somos el país de la UE con las farolas más potentes, con mayor gasto por habitante, y los terceros en numero de farolas por habitante(cerca del doble de la media europea).

 Por lo que si no hay dinero, lo más barato es eliminar farolas duplicadas (no una de cada dos) y reducir la potencia. En algunos lugares, para ahorrar han apagado una de cada dos farolas, si se sigue viendo correctamente quizás es que directamente sobraba, peor en general no es lo que se recomienda, ya que la calidad de la iluminación influye mucho la uniformidad, por lo que para ahorrar sería mucho mejor simplemente poner la mitad de potencia en cada farola.

 Sobre todo, por que el ojo no ve la mitad de luz. En Viena por ejemplo, a partir de las 12 de la noche ponen la mitad de luz desde hace poco y nadie salvo los astrónomos se ha dado cuenta del cambio. El problema es que hasta hace muy poco había una falta de rigor muy importante en el tema. El propio ministerio de industria reconoce que cometieron errores graves en sus estadísticas. Nuestras investigaciones apuntan a que España gastó en 2015 alrededor de 950 millones de Euros en alumbrado público, más que Alemania, Reino unido, e igual que Francia e Italia, cuando la población de España es claramente inferior a la de estos países.

 Hay que ser rigurosos, por ejemplo, en el tema de la seguridad vial. Está demostrado que es importante iluminar las calles para evitar precisamente que haya atropellos (aunque no está claro que no haya otros modos mejores de iluminación que los actuales), pero en Autopista, los estudios actuales indican que la iluminación puede ser de hecho perjudicial en la mayoría de los casos. En Alemania por ejemplo no iluminan ninguna autopista, en Paises Bajos hicieron un estudio y encontraron que con iluminación había menos accidente, pero que los choques con farolas producían más muertos, en Francia, encontraron que la velocidad de los conductores se reducía y por tanto el número de muertos.

 Hace unos meses, algunos diputados se quejaron por el apagón de algunas autopistas estaban apagadas y que eso (según su criterio) iba en contra de la seguridad. Pero... resulta que los datos de accidentes de los últimos 4 años no han hecho más que descender salvo este año que en Madrid ha subido en un muerto(65 a 66), que es una diferencia no significativa. Además, no hemos podido averiguar si ha habido un aumento en los accidentes nocturnos por que la DGT no nos ha facilitados los datos.

 Sin embargo, los fabricantes de farolas sacaron una alarmista nota de prensa al respecto hace justo un año. En general, iluminar mal es muy sencillo, instalando farolas inadecuadas que deslumbran más que alumbran y emitiendo luz hacia arriba. Hacerlo bien, no es complicado, pero es importante darse cuenta de que hay muchos intereses en este momento en este tema, solo hay que ver los dos últimos casos de corrupción relacionados con el alumbrado público, el caso Púnica y el de los LED de la diputación de Valencia.

 Está reconocido que se podría reducir al 50% o incluso más la factura eléctrica en alumbrado público del país, pero hay intereses para hacerlo instalando LEDs mediante la privatización del alumbrado público sin tener en cuenta los efectos medioambientales, de seguridad efectos en la salud del tipo de iluminación que se está utilizando.

 ¿Entonces.... que hay que apagar?.

  •  Alumbrado ornamental a partir de una hora. 
  • Alumbrado de oficinas y comercios cuando han cerrado (Es ley en Francia, quizás pronto en NYC).
  • Parques cerrados al público (salvo quizás luces con sensores para localizar incursiones). 
  • Parques sin gente en entornos protegidos.
  •  Calles que estén preparadas para iluminarse automáticamente cuando sea necesario o con pulsadores.
  •  Autopistas que no pasen cerca de luces que puedan deslumbrar.
  •  Aeropuertos cuando están cerrados.
  • La luz de tu cuarto cuando te vas a dormir. 


 ¿Y que no hay que apagar?

  • Toda luz que se demuestre que realmente produce un aumento de la seguridad.
  •  Luces de las calles donde hay transito de personas toda la noche.
  •  Calles que no dispongan de sistemas de regulación automática.



 En definitiva... tener un poco de sentido común y rigurosidad. No fiarse de los comerciales y comprobar que lo que compras realmente sirve para lo que quieres.

No hay comentarios:

Publicar un comentario