jueves, agosto 25, 2011

Perseidas y araña


Como todos los años, la noche del 12 al 13 de agosto salí a ver la lluvia de estrellas. Este año no vería la lluvia donde solía los últimos años en Bonilla (Cuenca) sino en Galicia. En esta aventura me acompañaban mis primas l coche Almudena y Beatriz. La primera se quedo sopa nada más llegar al lugar de observación, pero Bea aguantó hasta el final.

Como toda salida nocturna no tiene solo el aliciente de la observación, sino también el de la aventura. En esta ocasión decidimos no irnos muy lejos, un camino forestal que iba a ninguna parte en el monte que teníamos a la espalda de nuestra casa. Ibamos tranquilos por el camino, cuando de repente algo en mi línea de visión llamó mi atención. Había un hilo que cruzaba de parte a parte la carretera. Me quedé un poco extrañado y pensé que sería quizás una trampa.
A momento, paré el coche para no cortar el hilo. Al momento mi prima Bea vió en el lateral izquierdo una telaraña enorme. Paramos el coche y alucinados por la perfección de la tela de araña nos quedamos casi una hora haciendo fotos a la araña. Al cabod e un buen rato, decidimos no avanzar para no romper la tela de araña y nos pusimos a observar.

La lluvia de estrellas no andaba mal, recuerdo que llamé a los amigos que estaban en Villaverde del Ducado para ver que tal les iba y durante la conversación que duró como 5 min vimos 2 bólidos rojos preciosos.

Pero al cabo de 10 minutos, por el camino apareció otro coche. La verdad es que os podeis imaginar que pensaría la pareja que iba en el coche cuando nos vieron a mi prima y a mi tumbados en el camino. Pero no estaban preparados para los les íbamos a contar. Nosotros teníamos el coche atravesado en el camino y una cámara haciendo fotos. Les esplique que no queríamos mover el coche para no romper la tela de araña y claro, el pobre chaval, pues ... alucinaba. La disculpa, mira es que mi primo es Astrofísico (esta claro que los astrofísicos somos bichos raros con prioridades diferentes a las del resto de la humanidad Ja,Ja,Ja). El chaval confesó que también era amante de los animales y de hecho tenia tatuaje de una araña en todo el hombro. Pero que si no podia dar la vuelta en el camino, que estaba en plena cuenta ... pues .. que la arañita se iba a tener que fastidiar.

El chico con mucha habilidad dio la vuelta su coche y se fue con su chica a otro lugar con otra historia que contar al día siguiente en el pueblo. ("Pues ayer me encontré a unos pirados en el campo viendo la lluvia de estrellas ...")


Para nosotros aquella araña era algo exótico que debía ser preservado, aunque volvimos unos días después y pudimos comprovar que alli la verdad había muchisimas arañas como la que vimos esa noche. Como de costumbre, cuando eres nuevo en un lugar aprecias cosas que los que están allí no hacen.(A mi en Madrid, me pasa lo mismo).

Al final todo salió bien y arriba podéis ver las fotos de aquella noche.