sábado, octubre 05, 2013

De las luces de Gas de Berlín a a las bombillas de Madrid.

Farola de gas rota, se puede ver uno de los polos como conserva su camisa y los otros como se ve el gas azul en combustion.
Una de las cosas que no me podia creer cuando me vine a vivir estos 3 meses de estancia a Berlín, es que tuviera el alumbrado público de gas. Esto, para un español es casi ciencia ficción. Para que nos hagamos una idea, la ultima farola de gas de Barcelona se apagó en el año 1967 y en Madrid el año 1972. Berlín no es la única ciudad del mundo en la que quedan faroles de gas, pero si es la que conserva la mayor parte de ellos. De hecho dispone de más del 50% de los faroles de gas que funcionan del mundo. Muchos podemos pensar que es un anacronismo, sin embargo, los ciudadanos berlineses discuten con una buena lista de razones la sustitución de las mismas. La primera razón que esgrimen es la amortización y el coste de la sustitución, es un tema en el que no me voy a meter ya que la verdad necesitaría estudiar con cuidado el tema, pero desde luego es un tema importante.

 Otro de los temas, es el impacto ambiental, entre ellos discuten dos aspectos, la emisión de CO2 y el impacto directo sobre la fauna nocturna. Sobre el tema del CO2, consideran que la cantidad de CO2 es muy poca, tan solo el 0.04% de la emisión de Berlín y comparado con las de una planta de energia basada en carbón, realmente esa cantidad es ridicula. La parte de el impacto en la faulna nocturna, destaca el nulo impacto que tienen las farolas de gas al no emitir ultravioleta, comparado con las farolas de tubo fluorescente o de mercurio que según su página web matan cada vernano casi 160 insectos cada una.

La parte que a mi más me llama la atención es el estudio en que relaciona la seguridad con la iluminación, y destaca lo que llevamos varios años destacando en general y es que el nivel de iluminación no esta relacionado con la seguridad. Estas calles, las iluminadas con gas, son notalemente más oscuras que las iluminadas con luz eléctrica.

Al principio puede parecernos a los españoles que son casi como la boca del lobo, acostumbrados a nuestras calles super iluminadas, pero por su baja intensidad, su color y demás caracteristicas, son ideales para evitar la intrusión lumínica. Por desgracia, no puedo decir que su diseño óptico sea el mejor, pero en una época en la que tan solo tener luz era suficiente, no era importante optimizar al máximo el uso de esta.

Un último argumento que esgrimen los conservacionistas es su potencial turístico, la verdad es que es algo único, y por lo visto, poco a poco este tipo de iluminación se esta empezando a poner de moda en los cascos antiguos de algunas capitales europeas como Praga o Londres y en Dublín me consta que tambien quedan algunas de estas farolas de gas. Cuando lo oí por primera vez, pensaba que los berlineses estanban locos, pero poco a poco estoy cogiendo un poco de cariño a estos fosiles vivientes del alumbrado público.

Quizás, no tenga sentido mantener este arsenal de material obsoleto, pero tambien es cierto que quizás, sea mejor esperar unos años a que la tecnología LED se asiente. Lo que esta claro es que estas farolas son el vivo ejemplo de que no necesitamos la inmensa cantidad de luz que tenemos en las calles españolas y que progreso y dinero no son sinónimo de iluminación, como nos intentan vender.

Yo muchas veces me pregunto si será posible disponer algún dia de una farola perfecta, esa que tenga la potencia justa, se encienda rápido para permitir una gestión inteligente, con el espectro adecuado y con la óptica optimizada. En definitiva, una farola que sea respetuosa con las estrellas y con la gente.

Una coa curiosa es la historia del gas es otra gran ciudad, Madrid, que como he dicho, se extinguió hace muchos muchos años. He encontrado estas dos páginas de periodico que cuentan un poco la historia del gas y el alumbrado público en Madrid. Pag1. Pag.2

Cuando paseo por estas farolas de gas en el Berlín del siglo XXI, me pregunto cuantos errores como la sustitución de todas las farolas de gas de Madrid hemos cometido. El mismo sentimiento tengo cuando paseo por el metro de Berlín.

Ciertamente nuestras infraestructuras son mucho más modernas y ¿eficientes?, pero ¿fueron las inversiones correctas? Quizás, no lo fueran y por ello ahora tenemos la crisis económica que tenemos en España y no en la "atrasada" Alemania, que decidió en cender bombillas en la cabeza de la gente, en vez de en sus calles.

Os dejo acontinuación, un pequeño reportaje en ingles sobre las mismas en Berlin.