lunes, agosto 24, 2015

Reducción del CO2 si, pero no a cualquier precio (medioambiental).

Desde el año 2009 cuando publicamos el excesivo gasto energético de España en alumbrado público, no tardaron en surgir iniciativas interesadas en utilizar en su beneficio esta situación.

Uno de los beneficios de la crisis y de nuestra denuncia es que el gasto energético prácticamente parece haberse congelado, pero sin embargo ha surgido otro riesgo quizás aun mayor en algunos casos.

Con la excusa de ahorrar, muchos municipios, con el ayuda del IDAE, han promovido la instalación de nuevas lámparas LED. En principio los LED no tiene por que ser malos, la tecnología no es mala de por sí. Lo que es malo es su uso. Y es que los LED tienen muchas ventajas técnicas, pueden ser regulados si se instalan correctamente, son relativamente eficientes, y por naturaleza son más direcionales que las lámparas de descarga. Sin embargo, los que están de moda en iluminación son los LED blancos. Sin embargo, estos LED tienen en general un impacto en el medio ambiente entre 2.5 y 2 veces mayor que las lámparas de vapor de sodio.

De hecho, un artículo recientemente publicado indicaba que el impacto ambiental de los LED era mayor independientemente de su temperatura de color.

Por tanto, el alumbrado público, en general supone entre un 5% y 1 % del gasto eléctrico. Esto por supuesto supone un importante impacto en el CO2, pero .... pero el CO2 al fin y al cabo produce efectos colaterales en las especies vía cambio climático. No podemos promover el uso de tecnologías que reducen las emisiones de CO2, pero producen un daño aun mayor, por ejemplo la extinción de las luciérnagas. 

Un ejemplo de esto es la Ciudad de Milán.

Milan en 2015

Milan 2012
La ciudad de Milan presume de su nueva iluminación, ahorro económico y menores emisiones de CO2, pero ahora tiene claramente una mayor emisión de luz azul contaminante.

Además, claman sin ningún estudio que conozcamos que realmente están reduciendo la contaminación lumínica de la ciudad. Pero, al ser 2 veces más contaminantes este tipo de lámaras, muy dificilmente habran realmente reducido la contaminación lumínica y menos su impacto medio ambiental.

Pero, no todo es malo. Los LED se pueden regular en intensidad, por lo que si la instalación de Milan es la adecuada se podría bajar la potencia de los LED hasta que fuera la adecuada para no producir más impacto medio ambiental que la iluminación anterior.

Además, lo más importante es que hay lamparas LED tipo Ámbar que su contenido en luz azul es residual, por lo que de haber escogido el producto adecuado, se puede mantener todas las ventajas de los LED , con todas las ventajas de las lámparas de Sodio, que tienen un menor impacto en el medio ambiente.

Por tanto, si va ha usar o recomendar LED no ámbar, piensenlo dos veces antes de usarlos.