Muchas veces me han preguntado por qué escogí este nick tan estraño, PMISSON. La razón comenzó cuando con 5 años me mude a Santander, allí viviamos en un semisotano y yo jugaba a ser un capitán pirata. Quizás, jugando un poco a Freud, la razón de que los capitanes piratas siempre me hayan fascinado es esa imagen de independencia y soledad, dentro incluso de un barco lleno de hombres, pero a la vez unido a ellos bajo un vinculo de lealtad.
Siempre he sido un chico solitario e incomprendido, siempre me he empeñado en no ver las cosas como los demás. Cualidades que encajan muy bien con el ideal de capitan pirata.
Sin embargo, había algo en los piratas que chocaba totalmente con mi personalidad, y era la amolaridad de sus actos.
Por otro lado, el valor, la aventura es algo que a todos atrae de los piratas. Pero el pirata es el antiheroe, es el caballero andante del mar que muere solo y sin recompensa.
Así, desde pequeño he escuchado en mi casa la canción del Lobito bueno, de Joaquín Díaz, en la que habla de un pirata honrado, una bruja hermosa y de tantas cosas que solo podrían darse, según él, en un mundo alrevés.
Como de costumbre, los sueños irrealizables son los que con más ainco perseguimos y así yo decidí ser un pirata honrado.
Cuando crecí, descubrí que alguien me habia quitado la patente y que un tal Pierre Misson, fue el primer pirata bueno de la historia.
Quizás por eso busco una bruja hermosa, porque si existieron piratas buenos, por qué no brujas hermosas.
1 comentario:
Bueno, pues ten la seguridad de que sí suceden ciertas cosas: yo soy bruja y, creéme, soy guapa.
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