sábado, octubre 07, 2006

Discriminación alfabética



Algo que heredamos al nacer es nuestro apellido. El apellido es tan solo una parte de tu modo de identificarte, pero lo que tambien heredas es un boleto de loteria del Estado. Especialmente para los sorteos realizados por la administración, se sortean las letras y a partir de esa letra por orden alfabético se van asignando las plazas de un colegio, el orden de matriculación o los temas de una oposición.

El problema esta en que estos sorteos como escribe el profesor Parrondo en su artículo de Investigacón y Ciencia de Mayo 2005, se puede demostrar que estos sorteos pueden llegar a ser tremendamente injustos.

Más de una década después de empezar a utilizar el sorteo por letras para la adjudicación de plazas escolares, es cuando los decibelios de la protesta alcanzan mayor potencia, como si este año por primera vez, nos diéramos cuenta de que el sistema es injusto, aunque muchas voces, entre ellas la del Justicia de Aragón, ya se manifestaron al respecto. Hace 12 años estuve cerca de vivirlo, pero como el azar nunca ha sido lo mío, decidí a última hora, llevar a mi hijo a otro centro con plazas libres.

Pero como todo llega, he tenido que sufrir en la persona de ese mismo hijo "que ahora tiene 17 años" la discriminación por apellido. No es habitual que se conozca la problemática de los sorteos en los centros de alumnos "mayores", ya que no son tan numerosos como en Infantil, pero aún demuestran más la desigualdad de oportunidades, al disputarse en ocasiones una plaza para dos alumnos. Tal ha sido este año el caso en el IES Medina Albaida donde sólo había dos plazas para 2° de Bachiller de Ciencias y tres alumnos que optaban a ellas. Como uno tiene un punto más, una plaza es para él, con lo que en realidad el sorteo se realizó entre los otros dos alumnos para una única plaza. Las iniciales de sus apellidos son SA y VE. A simple vista queda claro que a VE sólo le pueden favorecer las letras T, U y parte de la V y la S, mientras a SA le favorece todo el resto del abecedario.

¿Es justo que un alumno tenga 3 letras a su favor y el otro 25? Las causas que se alegan desde la Dirección Provincial de Educación para defender esta comedia, son de risa. Dicen, por ejemplo, que si el sorteo fuera numérico los hermanos no se podrían escolarizar juntos. Señores, se canten otra, ya que por tener hermanos en el centro tienen 4 puntos más, con lo cual los únicos que van a sorteo son los que sólo tienen puntos por zona. No sé si es incompetencia, ni de quién, pero está claro que hay que cambiar este este sistema, que choca frontalmente con uno de los artículos de la Constitución, que es la igualdad entre todos los españoles.

Este el relato de M. Carmen Alonso Estecha, y desde luego es un caso sangrante. En el caso de la Universidad Complutense, para el sorteo se elige la letra del BOE, pero si uno estudia el caso como se describe en el artículo de Parrondo, la probabilidad de poder elegir profesor , se ve que por ejemplo, si uno se apellida Zambrano, se podrá elegir profesor con un 40% de posibilidades. En cambio, si uno se apellida Díaz, tiene tan solo un 18 %.

Un sorteo muy justo, ¿verdad? ;).

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Una total injusticia debida a la ignorancia de los que toman decisiones.

Anónimo dijo...

Recuerdo leer en algún sitio un estudio que relacionaba la letra inicial de tu apellido con tu capacidad de liderazgo y oportunidades en la vida. Así, si tu nombre empezaba por las primeras o últimas letras del alfabeto, tenías más oportunidades, pues siempre estabas al principio o al final de las listas.

Ejemplificaban diciendo que esto ocurría con muchos líderes mundiales...

Manuel

Anónimo dijo...

Ostras, Alex, menos mal que no tengo que hacer la carrera ahora, porque si no iba a ir de lado con la probabilidad de mi apellido!
¿Te has visto en Microsiervos?
Ni se te ocurra escribir un post sobre el efecto ...

pmisson dijo...

Desde luego no hay nada como internet para encontrar más gente con tu mismo problema. http://fernand0.blogalia.com/historias/39795

A petición de una amiga, un inciso sobre la gráfica que he puesto. Es el resultado de usar la distribución de apellidos del artículo de Parrondo a el sistema de matriculación de mi facultad, en el que hay como media cuatro grupos. Estas probabilidades dependen de como sea el sorteo en cada caso y de si se realizan cortes o no a la hora de asignar plazas.