El Jardín Secreto

Hoy he quedado con una amiga que se va a vivir a Holanda. No se la cantidad de horas que haberos pasado juntos en estos últimos años, pero desde luego un/a amig@ puede sorprenderte cualquier día y en cualquier momento. Hoy, me ha llevado a "Un Jardín Secreto". Un lugar fantástico en el que puedes tener experiencias que no puedes tener en otro lugar. De hecho, he pasado delante mil veces sin verlo, y ahí estaba y hasta que ella no me llevó allí, nunca me había fijado.

Hemos charlado un rato, y es que no la veré en algunos meses, ya que ella a encontrado una salida, de este laberinto que es la vida. Así, entre el "Jardín" y este laberinto vital en que nos vemos inmersos, me ha venido a la mente algo que me obsesiona ultimamente, los laberintos de arbustos.

Y es que quizás sean la mejor metáfora de la vida.Pasadizos intrincados en los que uno ha de tomar decisiones, muchas veces sabiendo que posiblemente no lleven a ningún lado, otras jugando con los compañeros, pero siempre finalmente por muy entretenido que sea, solo gana el que llega al centro o sale del laberinto.

Uno, siempre aprende algo, por mucho que nos empeñemos, hay veces que un camino no lleva a donde queremos y si perdemos la perspectiva, podemos acabar peor de como empezamos. Pero, solo pierdes, realmente cuando te rindes. Da igual cuanto tengas que desandar y cuantos caminos cortados encuentres, la desesperación es la única derrota.

Ojalá todos tuvieramos a una Ariadna como Teseo, que nos guiase por el laberinto, pero si bien encontrar Ariadnas, es complicado en esta vida,topar con Minotauros con los que enfrentarse no es difícil. Y peor que no saber el camino, es encontrase monstruos en medio de el.

En los laberintos de arbustos no suele haber monstruos, más es el laberinto físico más parecido al que experimentamos cada día. Un mero divertimento de la clase noble de siglos pasados, pero también símbolo del peregrinaje, la astucia y el tesón.

Yo estoy seguro que de una manera u otra saldré de mi laberinto particular, eso sí, me encantaría encontrar una Ariadna, porque cuando se sale de un laberinto siempre se mete uno en otro y un poco de compañía no viene mal, que los laberintos siempre han sido lugar ideal para los juegos amoroso. Además, seguro que a mi Ariadna la trato mejor que Teseo a la suya. Que no todos los tesoros son de plata y oro.

P.D. A ver quien es el que descubre primero donde me ha llevado mi amiga, es fácil ;), al que lo descubra le invito a limonada o chocolate, depende de cuanto tardeis :D.